Visitas del blog


Aprendí a callarme antes de contestarte con algo terriblemente peor.
Aprendí a que no todo lo "bueno" es como dice ser.
Aprendí lo que se llama orgullo, al no poder llamarte ni mandarte nada.
Aprendí lo bueno de la felicidad y también lo amargo del dolor.
Aprendí entre todas las cosas a amarte y verte como la creación perfecta 
que poco a poco fue cambiando.